Un campo polideportivo para los niños del Manjo Children’s Home (MCH): ¡De los sueños a la realidad!

El nacimiento de este proyecto humanitario fue el resultado de un encuentro fortuito que influyó en nuestra visión de la ayuda mutua. Deseosos de encontrar oportunidades para iniciativas solidarias en Camerún, fuimos a conocer MCH y nos conquistó el concepto educativo e inspirador que habían puesto en marcha. Mucho más que un simple refugio, este hogar infantil se dedica a escolarizar a los niños a su cargo, al mismo tiempo que les ofrece perspectivas de futuro enseñándoles oficios manuales, en particular los relacionados con la agricultura: actividades como la cría de ganado, la piscicultura y los cultivos alimentarios. Estas actividades se integran en el programa educativo para animar a los niños que, de otro modo, serían menos académicos a emprender estas carreras.

Durante nuestra primera visita, nos dimos cuenta de la falta de instalaciones deportivas adecuadas, y quedó claro que los niños necesitaban un espacio de ocio donde desahogarse, descubrir el placer del deporte y, quién sabe, ¡donde incluso podrían surgir talentos!

Tras varios meses de planificación y movilización, este proyecto tomó forma gracias al compromiso del equipo de Prosperi, sus socios y donantes, así como a la inversión sobre el terreno de Simone, fundadora de MCH, y todo su equipo. Juntos hemos hecho realidad un sueño.

Este campo polideportivo, dedicado al baloncesto, al tenis y al voleibol, será mucho más que un espacio de juego: será un lugar de socialización, de interacción y el corazón palpitante de una dinámica local, ya que los niños del centro, acostumbrados a participar en diversas actividades con los niños de los pueblos vecinos, no serán los únicos en beneficiarse de él. Gracias a este campo, muchas actividades conjuntas y torneos amistosos verán la luz, haciendo de este espacio un lugar de acercamiento e intercambio donde todos, sea cual sea su procedencia, podrán encontrar su lugar y florecer.

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